Aglutinantes

Los aglutinantes son sustancias que se añaden, principalmente a los esmaltes, que actúan como suspensivos, pero además resuelven muchos problemas en la aplicación y en el secado debido a su gran adherencia sobre todo tipo de superficies. Aumentan la densidad y la viscosidad de la suspensión.

La adherencia de las distintas capas de esmalte entre sí o la adherencia de un esmalte o un engobe a su soporte, es decir, la adherencia entre suspensiones cerámicas, puede llegar a ser un problema que se hace visible durante el secado. Debido a las distintas contracciones, las distintas suspensiones pueden resquebrajarse o despegarse entre ellas, y esto se hace más probable cuando se aplican varias capas o una capa muy gruesa. Si el soporte no es poroso, la suspensión que se aplica sobre él puede escurrir o retirarse de donde se aplica, lo cual también se produce cuando el soporte no está limpio y tiene grasa de los dedos, polvo o restos de un lijado. Estos problemas pueden mejorarse añadiendo aglutinantes a las suspensiones.

Los aglutinantes orgánicos mejoran mucho la adherencia debido a que todos ellos actúan como pegamento o cemento y también porque obstruyen los poros del bizcocho de forma que el agua de la suspensión se absorbe lentamente por el soporte. Por tanto, estos aglutinantes suelen hacer que la fase de secado sea más larga. Cuanto más rápidamente pasa el agua desde la suspensión del esmalte al soporte, el secado es más rápido y la adherencia es peor.

Cuando desaparece el solvente en el secado siguen manteniendo las partículas de soluto adheridas, lo cual es muy útil cuando aplicamos suspensiones sobre superficies no porosas (como ocurre en esmaltes sobre cubierta o con engobes aplicados sobre vidriado, o los esmaltes aplicados sobre porcelana). 

Junto a un secado más lento, otros inconvenientes de los aglutinantes son que desprenden CO2 durante la cocción y hacen que sea más difícil el manejo de las suspensiones ya que con ellos se pierde plasticidad. Si se va a esmaltar por inmersión o vertido es mejor no utilizar aglutinantes porque hacen que  el esmalte sea pegajoso y difícil de limpiar. 

Entre los muchos tipos de aglutinantes que existen, destacan los que se basan en polímeros solubles en agua de alto peso molecular, como carboximetil celulosa (CMC).

Otros aglutinantes muy utilizados son alcohol de polivinilo, almidones, dextrina,  emulsiones de ceras, polietilenglicol, lignosulfonatos, metilcelulosa,  parafinas, poliacrilatos, goma arábiga,  goma xántica, …