Reducciones locales con agentes reductores

Un agente reductor es aquel que cede electrones a un agente oxidante. Cuando se introducen estos elementos en una mezcla cerámica, se produce una reducción local, donde se encuentran aplicados dichos productos, ya que “roban” oxígeno a los óxidos metálicos que están a su alrededor aunque la atmósfera del horno sea oxidante. Por tanto, este tipo de reducción local puede realizarse en hornos eléctricos sin que sufran daños las resistencias.

Los agentes reductores más utilizados son carburos, compuestos binarios de carbono, como los carburos de silicio SiC, de zinc Zn2C y de boro B4C,  y cualquier compuesto rico en carbono e hidrógeno (como la celulosa). De todos estos compuestos, el más utilizado es el carburo de silicio (SiC) que es un compuesto artificial extraordinariamente duro, casi tanto como el diamante, utilizado como abrasivo. Es bastante refractario y no le afecta la atmósfera reductora por lo que también se utiliza para elaborar mobiliario para hornos (placas y tubos de apoyo). 

Cuando el carburo de silicio se encuentra en tamaños de partícula muy pequeños (malla 200 o mayor) comienza a descomponerse cuando se alcanzan los 1000ºC de manera que, a partir de esa temperatura, se produce carbono ‘(C) que se transforma en CO2 cuando reduce  a los óxidos que le rodean aunque también hay parte de carbono que se enlaza con oxígenos de la atmósfera del horno. También se forma silicio en la descomposición del SiC que se integra en el vidriado. De esta manera se pueden conseguir rojos de cobre y celadones de hierro.

El mayor problema es que se desprende mucho gas CO2 que puede quedar atrapado en el vidriado. Si parte del carburo de silicio no se descompone se produce coloración grisácea por lo que la cocción debe ser lenta pero no demasiado ya que se puede llegar a contrarrestar la reducción local.

También destacan como agentes reductores las partículas metálicas atomizadas de metales como el aluminio (Al), magnesio (Mg), titanio (Ti) y zirconio (Zr).