Pastas con celulosa

Las pastas con celulosa o “paperclay” son pastas a las que se añade celulosa, por lo que adquieren propiedades especiales. Son compatibles con todo tipo de vidriados, engobes y suspensiones decorativas,  y pueden realizarse para cualquier temperatura de cocción. Las más utilizadas son las porcelanas y el gres con celulosa. 

En estado plástico, la fibra de celulosa añade una red o esqueleto de fibras flexibles a la pasta, de forma que por esos canales circula el agua y el aire desde el interior de la pasta hasta el exterior con facilidad, aumentando la resistencia mecánica en estado plástico, especialmente a la compresión. Esto posibilita la realización de piezas de gran formato sin que aparezcan grietas o sufran deformaciones.

El modelado con planchas es la técnica más adecuada ya que se pueden realizar planchas grandes y muy finas (1mm o menos)  sin que se rompan.  También pueden utilizarse planchas en “moldes por apretón” pero el molde debe humedecerse previamente porque la celulosa se pega a la escayola. Se pueden hacer trabajos de papiroflexia con estas pastas

Son difíciles de bruñir debido a las fibras y tampoco son de fácil manejo en el torno, siendo casi imposible retornear con ellas. No funcionan bien en coladas para moldes ya que el defloculante hace que la celulosa se precipite en el fondo.

Las barbotinas son muy útiles para pegado de distintas partes, relleno de grietas, o reproducción de objetos por inmersión. Por ejemplo, se pueden sumergir en barbotina esponjas, telas, o cualquier objeto, extrayendo después todo el exceso de porcelana/gres, dejando secar después. Así obtendremos esponjas de porcelana, planchas finas de tela, etc…

En la fase de secado la celulosa evita la aparición de grietas y deformaciones. La pasta puede ser re-humedecida cuando está seca por inmersión en agua. Se suelen realizar los trabajos por piezas pasando después a su pegado, cuando las piezas ya están secas. El pegado es extremadamente fácil y basta con humedecer las zonas a pegar y reforzar con barbotina.

Podemos pegar las piezas en seco sin ningún problema porque las fibras de la celulosa son higroscópicas y se rehidratan muy rápidamente. Se puede unir “seco con seco” y “seco con dureza de cuero”. Aunque se pueden adherir piezas solo con agua, es mejor usar barbotina

Incluso se pueden reparar piezas una vez bizcochadas que presenten grietas, rellenándolas y cociéndolas una segunda vez, utilizando barbotina de pasta con celulosa sobre el bizcocho. 

Las piezas se pueden llegar a cocer en húmedo cuando la relación entre pulpa y porcelana es del 50%, aunque en seco correremos menos riesgos. La cocción puede ser rápida.

Durante la cocción, la celulosa se quema entre los 232º y los 700ºC (generando humos, sobre todo hasta alcanzar los 400ºC), desapareciendo el esqueleto vegetal.

A 1.050º la pieza ya ha endurecido, pero es muy frágil ya que ya no existe la estructura vegetal y tampoco se ha vitrificado la porcelana/gres.

Llegando a la temperatura de maduración se obtiene una cerámica porosa con muy poco peso, que puede llegar a ser translúcida en las planchas finas.

Además de ser ligeras, las pastas con celulosa soportan bien el choque térmico (óptimas para Rakú), debido a su porosidad.

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