Engobes sobre bizcocho

Decorar con engobes después de bizcochar tiene la ventaja de que si no gustan los resultados se puede lavar la pieza bizcochada y se puede volver a empezar.

Los engobes aplicados sobre bizcocho, siempre tienen un problema que es su merma o contracción, ya que se aplican sobre bizcocho, es decir, sobre una superficie que no se contrae. Por ello, estos engobes deben llevar menos cantidad de arcilla o bien incorporar la arcilla calcinada en su composición para disminuir la contracción de secado.

La suspensión de un engobe para ser aplicado sobre bizcocho debe ser muy aguada y debe aplicarse en capa muy fina. Podemos decir que la densidad relativa del engobe debe ser aproximadamente 1,2 y además conviene añadir algún tipo de goma o adherente a la suspensión.

No obstante, también puede ser interesante provocar que el engobe se «craquele» sobre el bizcocho debiso a su contracción. De esta forma, el esmalte que se aplica encima aparece como si estuviese craquelado aunque realmente no lo esté.

Podemos decir que los engobes preparados para aplicar sobre bizcocho están a medio camino entre los engobes propiamente dichos y las suspensiones decorativas «bajo cubierta». De hecho, estos engobes se cuecen en el segundo fuego junto al esmalte por lo que pueden interactuar uno con otro logrando efectos de cambios de color y variegaciones en el vidriado.

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