Suspensiones decorativas bajo cubierta

La decoración bajo cubierta se realiza después del bizcochado, mediante la aplicación de óxidos y pigmentos. Suele añadirse una pequeña cantidad de fundente o esmalte para mejorar la adherencia sobre el bizcocho y para facilitar su integración en la cubierta o vidriado.

La mezcla con fundentes es especialmente necesaria con los pigmentos, que deben mezclarse con alrededor de 10% de esmalte (o bien 5% de frita de boro), ya que su infusibilidad puede provocar que la cubierta no se funda y queden calvas donde haya mucha cantidad de pigmentos.

Si se va a aplicar la decoración con pincel conviene añadir un vehículo serigráfico a base de alcoholes o glicerina. En otros casos se añaden mezclas de arcillas grasas y caolines para facilitar la aplicación , y dextrinas o gomas para mejorar la adherencia. 

Debido a la composición de estas suspensiones decorativas, también se denominan comercialmente “esmaltes bajo cubierta», aunque su contenido en formadores de red es muy pequeño comparado con un esmalte real. 

El esmalte que va sobre la decoración puede aplicarse con aerografía, por vertido o por inmersión para evitar roces y arrastres de la decoración.

En algunas ocasiones la fusión del esmalte puede difuminar los colores aplicados, especialmente con algunos cromóforos como el cobalto. Para evitar ese emborronado de colores  se puede realizar una “cocción intermedia” para que los óxidos o las sales solubles se fijen a la arcilla antes de aplicar la cubierta. Esta cocción intermedia se realiza a baja temperatura y provoca una integración superficial de los óxidos con la pasta. 

En ciertas ocasiones, las suspensiones decorativas bajo cubierta se realizan con un vehículo graso. Si es así, es necesario aplicar previamente sobre la superficie porosa del bizcocho una cola blanca diluida para tapar los poros. Si vamos a esmaltar encima de los pigmentos aplicados, hay que tener en cuenta que el vidriado no se adherirá bien a la suspensión grasa de pigmentos. Para evitar este problema se puede disolver el esmalte de la cubierta en aceites (vehículo graso), creando así una fina capa que cubra los colores, o bien realizar una cocción hasta 400ºC o 500ºC que queme el vehículo graso y aplicar después el vidriado sobre los pigmentos.

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